miércoles, 22 de octubre de 2014

LA INTELIGENCIA CANINA

La capacidad de obedecer y de aprender lo que nosotros enseñamos forma parte de nuestro concepto de inteligencia. Y está claro que hasta el perro más lento, apagado y distraído puede obedecer más fácilmente que un gato.













Así es que algunas personas creen que la habilidad de aprender rápido es un signo de inteligencia; mientras otras creen que la verdadera inteligencia de los perros está en la habilidad de resolver problemas. La habilidad de obedecer y aprender sin embargo no es la única medida de la inteligencia.


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