El agua es un espacio fantástico para
que los niños se desarrollen al tiempo que fortalecen vínculos con sus padres.
Iniciarse en la actividad acuática desde que son bebés les ayuda en su
desarrollo psicomotriz y les proporciona momentos de impagable felicidad, pero
también puede ponerles en peligro si no conocen bien sus límites.
No hay comentarios:
Publicar un comentario